domingo, 9 de diciembre de 2012

El dedal ideal

Hola a todas !! Estaba cosiendo el biés de la colcha para hacer las fotos y terminar el tutorial cuando me he dado cuenta que no podía dejar pasar la oportunidad de hablaros de lo importante que es tener un buen dedal cuando cosemos a mano. Así que como no podía ser de otra manera os voy a contar mi historia con los dedales, sobretodo para aquellas que aún cosen sin él.


Jamás pensé que llegaría a escribir este post, si me lo dicen hace unos años no me lo hubiera creído. Pero sí, voy a hablaros de dedales.

Primero os cuento un poco de mi biografía costurera para que entendáis el porqué de este post. (Como al final os he escrito casi un libro, si no tenéis tiempo podéis saltaros el texto e ir directamente a las fotos que es lo que importa).




Desde siempre me han gustado las labores, desde que era pequeña y empecé a hacer punto de cruz. Me gustaba mucho y cosía y cosía... sin dedal. Mi madre me dejó dos que ella tenía (son los metálicos de las fotos) pero para mí era imposible coser con dedal. Cada dos por tres me decía eso de "costurera sin dedal, cose poco y cose mal" pero yo ni caso. Yo cosía perfectamente aunque la parte de mi dedo donde empujaba la aguja empezaba a quedarse más dura y a insensibilizarse, pero yo tan feliz con mis labores. Por esta época tendría once años o así, no me acuerdo muy bien.

Luego dejé de lado el punto de cruz para aprender cosas nuevas. Fui a clases para aprender a bordar a máquina (aquí tendría unos catorce) y a aprender corte y confección (a los dieciséis) -aunque de esto no aprendí casi nada y lo tengo pendiente-, con lo que mi dedo costurero se recuperó. Viendo que a máquina se cosía todo en un tris ya no quise coser nada a mano (menuda pérdida de tiempo pensaba yo) pero aún había pequeñas cosas que sí o sí había que hacer a mano. Mi dedo costurero que ya no estaba acostumbrado a coser se resentía (menos mal que no me tocaba muchas veces).

Dejé de dar clases cuando estudiaba bachiller porque no tenía tiempo para hacer los deberes (aunque si por mí hubiera sido, habría dejado el cole y no la costura.) Y hasta el año pasado no había cosido nada más.

Un día pasé por delante de una tienda de Patchwork y vi que daban clases y me dije: esto también lo tengo que aprender. Así que me apunté a un cursillo de 15 días en el que hice la mochila azul. Y me enamoré del patchwork. Yo también quería aprender ha hacer esas obras de arte. Así que me apunté para el resto del curso (de septiembre 2011 a junio 2012- este año también me hubiera gustado seguir, siempre hay cosas nuevas que aprender, pero por diversas causas no ha sido posible). En ese tiempo aprendí a hacer el bolso de grecas, la funda de gafas, el costurero organizador, y ha hacer algunos bloques de pieceo (a máquina por supuesto, coser a mano yo?? ni de broma!!).

El caso es que un día cosiendo el biés del camino de mesa de navidad (no me quedaba otra que coser a mano) me dijo mi profe Esperanza: Pero ponte un dedal !! Y yo: qué no, que yo no sé coser con eso, es muy incómodo. Pero qué va a ser incómodo? anda toma !! y me dejó uno verde de goma. Yo me lo puse e intenté coser algunas puntadas pero imposible (se me caía todo el rato), le enseñé lo negada que era yo con el dedal y entonces me dijo: Pero bueno, acaso puedes correr con zapatos grandes? pues tampoco puedes coser con un dedal grande !! claro que se cae !! (menos mal que la culpa era del dedal y no mía). Me dejó otro más pequeño pero nada, ese me apretujaba tanto la punta del dedo que a los 5 minutos me lo tuve que quitar. Perdida ya toda fe en los dedales seguí cosiendo sin dedal.

Hasta que al fin, un buen día encontré de casualidad en una tienda EL DEDAL. No sabía si atreverme a comprarlo o no, no me acuerdo cuánto me costó pero era bastante caro en comparación a los dedales tradicionales. Pensé que seguro que acabaría guardado con el resto de dedales sin usar. Pero en un arrebato me dije este será el último y si no funciona, se acabaron los dedales para siempre. Y me lo llevé a casa.

Cuando lo saqué del paquete y me lo probé... ohhhhhhhh!!!! este sí que síiiiiiii!!!!! fue como probarse el zapatito de cristal. Eureka !! lo había encontrado al fin !!! MI DEDAL IDEAL. Estaba supercontenta, había que coser algo para probarlo. Y sisisi va perfecto, la aguja no traspasa y es comodísimo.

Tanto es así que ya no coso nada sin él, hasta para pasar un hilván me lo pongo. Y si se me olvida, al primer pinchazo me acuerdo de él y voy corriendo a buscarlo. Por supuesto compré otro de repuesto, no vaya a ser que lo pierda y lo hayan descatalogado, qué sería de mí !!!




Visto de lado.


La parte de atrás (donde la uña)


La parte que hace de dedal.




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He rescatado del olvido los dedales que me dio mi madre para enseñaroslos. Como comprobaréis en las fotos que os pongo abajo no me van nada pero que nada bien.

Los dos tienen forma cónica (lo normal en un dedal) pero que a mí no me sirven. Por supuesto he probado muchos otros pero estos dos me valen de ejemplo para explicaros lo que tenéis que tener en cuenta a la hora de elegir vuestro dedal.






En el pequeño sólo me entra el dedo hasta la mitad y me aplasta completamente la punta del dedo. Más incómodo imposible.


En el grande la punta del dedo me va bien pero la base del dedal es muy ancha y queda mucho espacio, por lo no se queda sujeto y se cae.


Y he aquí el elegido !! Me va como un guante. Se adapta perfectamente porque es de cuero y no de metal pero es lo suficientemente gordito para que la aguja no traspase.




Con esto no os quiero decir que este sea el mejor dedal del mundo ni que tengáis que ir corriendo a comprar uno como este, digo que es el mejor para mí, para mi dedo costurero, igual a vosotras os va mejor otro modelo. (Que no me pagan nada por hacerle publicidad, parece que sí pero no). A lo que voy es que si aún coséis sin dedal es porque no habéis encontrado vuestro dedal ideal. Seguid buscando que merece la pena. Os lo aseguro.


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Uff acabo de releer todo lo que os he escrito madre mía que parrafada. Y yo que quería hacer un post cortito, creo que es la vez que más he escrito. Lo que da de sí la historia del dedal... Voy a dedicar este post a mi madre y a mi profe Esperanza; estoy muy contenta, después de tanto tiempo he conseguido entrar en el club dedalero.


2 comentarios:

  1. Hola, me ha llamado mucho la atención este dedal porque yo también soy incapaz de hacer una puntada con dedal, pero, ¿¿dónde lo puedo encontrar??

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    1. Hola !! Este lo compré en la tienda Fild'or de Pamplona. Como es una franquicia puedes encontrar tiendas Fild'or en varias ciudades, quizá en la tuya haya una. Si no lo tienen en exposición, puedes preguntarles si lo tienen en catálogo y a ver si lo pueden pedir (yo me compré otro de repuesto meses después y me lo pidieron). Hay de tres tamaños diferentes (pequeño, mediano y grande). Espero haberte ayudado. Gracias por tu comentario. Un saludo.

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